Casa de justicia de Santa Fe
Santa Fe, Argentina 2005

2do Premio

Autores
Javier Esteban, Ligia Gaffuri, Martin Torrado
arquitectos

Colaboradores
Francisco Apa, Romina Tannenbaum
arquitectos

Destino
Fuero Laboral, Circuito, Penal, Menores, Civil, Ministerios Públicos y áreas complementarias.

Superficie
23.000 m2

El valor de lo neutro

El terreno disponible para la ampliación de la casa de justicia es de particulares características, y de una ubicación estratégica dentro del casco histórico de la ciudad de Santa Fe. Por lo tanto la ocupación de la manzana libre por detrás del actual edificio de líneas académicas, debe hacerse con el mayor de los respetos. Es así que la ampliación de la casa de justicia pone en valor la neutralidad y se apoya como punto de partida en el edificio existente. Las líneas horizontales de las cornisas tienen continuidad en la horizontalidad de las losas de la ampliación que respetan los mismos niveles, logrando enrasar los volúmenes edificados.
La vinculación del edificio con su ampliación se llevó al mínimo de su expresión logrando la continuidad de la perspectiva en el pasaje. La respetuosa conexión materializada mediante una envolvente transparente, no interrumpe el ritmo de la fachada existente y un leve desplazamiento entre los volúmenes del nuevo edificio y el existente enfatizan el uso del pasaje urbano que conforma la separación entre ambos.
La elección de un único solado con diferentes tratamientos ya sea interior o exterior, la ubicación estratégica de bancos en un mismo material, la vegetación e iluminación propuesta embutida en piso, enfatiza la integración espacial entre pasaje, accesos y halles.
Un patio central, al que se vuelca la circulación pública, organiza el edificio y genera el remate visual de la perspectiva desde el hall de los pasos perdidos, acentuando la relación del eje plaza, edificio existente, ampliación.
La estrategia de etapabilidad se refuerza con la independencia de los fueros, logrando así una serie de volúmenes que giran en torno al patio central, dividiendo las etapas en superficies semejantes y optimizando la habilitación de fueros por etapas hasta la culminación de la obra.
El crecimiento del treinta por ciento a futuro se resuelve sobre los cinco niveles de la primer instancia, un retiro de tres metros mantiene las líneas de enrase en las perspectivas peatonales. La construcción de dicho crecimiento se propone liviana de estructura metálica y vidrio, estereotómica, sobre el tectónico volumen de hormigón blanco.
Una grilla de proporciones rectangulares dadas por la estructura conforman las fachadas que responden a diferentes grados de profundidad de carpinterías según la orientación. Al norte y al este se generan aleros, mientras que al oeste se colocan parasoles verticales móviles de hormigón premoldeado blanco, dando al edificio la cualidad de monomaterial.
La circulación pública se protege con profundos aleros en voladizo haciendo las veces de galerías con la posibilidad de accionamiento de las carpinterías para lograr las condiciones de ventilación adecuadas.
El hormigón blanco visto o premoldeado y las carpinterías de aluminio responden a la consigna de bajo mantenimiento y nobleza de materiales que requiere un edificio público de estas características.
Se producen tres ingresos diferenciados para público y empleados, uno sobre General López, otro sobre Tres de febrero y la conexión principal a través del edificio existente, mientras que jueces y secretarios ingresan desde el estacionamiento del subsuelo directamente a su propio núcleo privado de circulación según al fuero que pertenezcan. Las personas privadas de la libertad ingresan por la alcaidía, también en subsuelo, y circulan hasta los secretarios y salas de audiencia por núcleos de circulación vertical estratégicamente ubicados.
La circulación de jueces y empleados es interna y en ningún momento se cruzan con el público, ni con las personas privadas de la libertad.
En planta baja se ubica una superficie de aproximadamente 600m2 para las futuras salas de audiencia del fuero penal que en un principio funcionaría como hall.
Un intencionado desinterés por la figuración, por la forma como dato previo y la confianza en el esquema funcional como fibra germinal de la obra conforman que este edificio se inserte en la trama del casco histórico de la ciudad de Santa Fé de manera respetuosa y neutra.